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Seguridad del tratamiento del TDAH con atomoxetina en niños

Boletín Psicoevidencias nº 47
ISSN 2254-4046

PREGUNTA COMPLETA

¿Es seguro el tratamiento del TDAH con atomoxetina en niños?

PREGUNTA PICO

Población: niños con TDAH.
Intervención: tratamiento con atomoxetina.
Resultado: ausencia de efectos secundarios graves.

ESTRATEGIA DE BÚSQUEDA

Se realizó una primera búsqueda en Tripdatabase utilizando los descriptores “Attention Deficit Disorder with Hyperactivity”, “child”, “safety”, “atomoxetine” que produjo 223 resultados, de los que seleccionamos dos ensayos clínicos aleatorizados y una revisión sistemática. Con los mismos descriptores, se realizó una segunda búsqueda en PubMed empleando la misma estrategia, que produjo 113 resultados, de los que seleccionamos una revisión sistemática. Todos los resultados fueron elegidos por haberse realizado en los últimos 3 años, por el grado de evidencia científica y por relacionarse directamente con la pregunta planteada.

RESUMEN DE LA EVIDENCIA

El efecto adverso más común en los niños tratados con atomoxetina (ATX) en un ECA fue la falta de apetito. Se establecieron dos grupos atendiendo a la edad de los niños: un grupo de 5 años y otro de 6-7 años. Los efectos secundarios apreciados en ambos grupos fueron, respectivamente, irritabilidad (36,8% frente a 3,6%) y cambios en el estado de ánimo (6,9% cada uno frente a <3,0%). La presión arterial y el pulso se incrementaron en ambos pacientes 4-5 años de edad, y los pacientes 6-7 años de edad, mientras que solo se observó aumento de peso en el grupo de pacientes de 6-7 años de edad (1).

En otro ECA se comunicaron efectos secundarios al tratamiento en 95 de los 134 pacientes que recibieron atomoxetina. Los más comunes fueron disminución del apetito (10.4%), disminución de peso (6.7%), dolor de cabeza (16.4%), náusea (15.7%), insomnio(6,0%), fatiga (10.4%), nasofaringitis (6,0%), estreñimiento (1,5%), boca seca (3,0%), irritabilidad (2,2%), vómitos (9.75%), sedación (6%), somnolencia (11.9%), dolor abdominal superior (7.5%), dolor abdominal (6%), infección del tracto respiratorio superior (6%) y diarrea (6.7%). También se apreció reducción de ≥7% del valor inicial en 6 pacientes, mientras que 7 se subieron a una categoría de IMC superior. Al final del estudio, el fármaco se asoció con un modesto incremento en la presión arterial sistólica (11,2%), presión arterial diastólica (13.3%) y la frecuencia cardiaca (24,2%). Por otro lado, se observaron cambios hemodinámicos en el ECG en el 11.1 % de los niños (2).

En una revisión sistemática se observó que la somnolencia, la sequedad de boca, las náuseas, el estreñimiento, los mareos y la disminución del apetito se ven a menudo al inicio del curso del tratamiento con ATX y tienden a disminuir de manera significativa con el tiempo. El insomnio se puede desarrollar con el tiempo y puede ser peor en los pacientes con dosis en la tarde. El fármaco puede aumentar ligeramente tanto la frecuencia cardíaca y la presión arterial, y puede producir hipotensión ortostática. La atomoxetina tiene también el potencial de aumentar la ideación suicida en los pacientes, teniendo un mayor riesgo cuando se inicia el tratamiento o cuando se hacen ajustes de la dosis (3).

La segunda revisión analizada indica que las tendencias suicidas, la agresividad, la psicosis, las convulsiones, las lesiones hepáticas y las alteraciones en el ECG son infrecuentes o raras en niños tratados con ATX. En general, los datos no sugieren que existan asociaciones entre el fármaco y la ideación suicida o las crisis convulsivas o la agresividad. Mientras que la atomoxetina puede afectar el sistema cardiovascular, los datos sugieren que estos efectos no son clínicamente significativos en la mayoría de los pacientes. Las reducciones en el crecimiento parecen ser reversible a largo plazo (4).

CONCLUSIONES

La mayoría de las referencias consultadas apuntan a que es posible que los niños con TDAH bajo el tratamiento con atomoxetina sufran efectos secundarios leves o moderados. Los efectos adversos más comúnmente notificados fueron la falta de apetito, la disminución de peso, la irritabilidad, los dolores de cabeza y la somnolencia. Sin embargo, se necesitan más estudios de calidad para determinar la asociación entre éstos y el fármaco.

EVALUACIÓN DE LA EVIDENCIA

Grado Estudio Número
1 Revisión sistemática/Metaanálisis 2
2 Ensayo clínico aleatorizado 2
3 Cohortes/Casos-controles 0
4 Opinión de expertos 0
G Guías de práctica clínica 0

REFERENCIAS

(1) Upadhyaya H, Kratochvil C, Ghuman J, Camporeale A, Lipsius S, et al. Efficacy and Safety Extrapolation Analyses for Atomoxetine in Young Children with Attention-Deficit/Hyperactivity Disorder. J Child Adolesc Psychopharmacol. 2015 Dec; 25(10):799-809. doi: 10.1089/cap.2014.0001.
(2) Dittmann RW, Cardo E, Nagy P, Anderson CS, Bloomfield R, et al. Efficacy and safety of lisdexamfetamine dimesylate and atomoxetine in the treatment of attention-deficit/hyperactivity disorder: a head-to-head, randomized, double-blind, phase IIIb study. CNS Drugs. 2013 Dec; 27(12):1081-92.
(3) Briars L, Todd T. A Review of Pharmacological Management of Attention-Deficit/Hyperactivity Disorder. J Pediatr Pharmacol Ther. 2016 May-Jun; 21(3):192-206. doi: 10.5863/1551-6776-21.3.192.
(4) Reed VA, Buitelaar JK, Anand E, Day KA, Treuer T, et al. The Safety of Atomoxetine for the Treatment of Children and Adolescents with Attention-Deficit/Hyperactivity Disorder: A Comprehensive Review of Over a Decade of Research. CNS Drugs. 2016 Jul; 30(7):603-28. doi: 10.1007/s40263-016-0349-0.

AUTORÍA

María José Aguilera Moreno. Enfermera. Complejo Hospitalario de Granada.
Gema Ruiz Guerrero. Enfermera. Hospital Materno Infantil de Málaga.
Eva Utrera Caballero. Enfermera de Salud Mental. Hospital de Zaldívar, Vizcaya.